Un total de 370 conductores fueron puestos a disposición judicial por la Policía Local de Castellón durante el 2018 por presuntamente haber cometido un delito contra la seguridad vial, según el balance de este cuerpo facilitado ayer. De ellos, 325 (el 88%) son hombres y 45 mujeres (12%).

Siete de cada diez investigados lo fueron por supuestamente conducir bajo los efectos de las bebidas alcohólicas. En concreto, suman 275. En la gran mayoría de los casos, cuando fueron sometidos a la prueba bien tras un accidente de tráfico, después de cometer una infracción o durante un control preventivo, triplicaron la tasa permitida.

Por otro lado, los agentes detectaron a seis conductores que se encontraban bajo los efectos de sustancias estupefacientes, por lo que directamente instruyeron diligencias al juzgado por un presunto ilícito viario. Otros 25 se negaron a ser sometidos al test a pesar de estar obligadas a ello por imperativo legal.

El segundo motivo principal de posible infracción penal fue el ponerse al volante sin tener permiso de conducir. Por este motivo se puso bajo la supervisión de los juzgados, en total, a 82 personas. De ellas, destacan las que conducían mientras tenían en vigor una orden judicial de suspensión definitiva o temporal del permiso por numerosos fallos, los que habían perdido todos los puntos de su carné, y aquellos que carecían de él. En esta última situación se encontraron cuatro menores entre los investigados.

de la carretera al juzgado // Por último, a doce usuarios se les apreció una supuesta conducción temeraria prevista en el artículo 380 del Código Penal, por lo que se puso en conocimiento del órgano judicial competente, según informó la Policía Local.