La marihuana está de moda en Castellón. El auge del cannabis del que alertan ya la Policía Nacional y la Guardia Civil es una realidad y así lo prueban los datos del Ministerio del Interior. Las incautaciones de esta droga se han triplicado en los últimos cuatro años en la provincia, pasando de 2.036 ejemplares en el 2013 a 6.802 en el 2017, y las operaciones antidroga continúan al alza este 2018.

Torre d’en Doménec, Vinaròs, Benicarló, Almassora, Rossell o Moncofa son solo algunas de las últimas localidades en las que la Guardia Civil, la Policía Local y Nacional han dado golpes al cultivo y tráfico de marihuana desde principios de septiembre.

El cannabis --junto al hachís-- es el rey del tráfico al menudeo en Castellón. Sus efectos no pueden compararse con los de las drogas duras, aunque supone en muchos casos el punto de partida para drogodependientes que acaban enganchados a sustancias más potentes. Los expertos alertan de que el consumo de la marihuana comienza, cada vez, a edades más tempranas y advierten de que menores que no han cumplido los 14 años toman cannabis en la provincia de forma habitual. Son detectados por los agentes en pisos donde se trafica al menudeo y cuya afluencia suele poner en alerta a los agentes especializados.

Durante el año 2017 se incautaron en Castellón 447 kilos de hachís, frente a los 1.138 del 2016 y los 3.767 del 2015, según cifras proporcionadas por Interior.

LA COCAÍNA

Por lo que respecta a la cocaína, el año pasado la Guardia Civil y la Policía Nacional recuperaron ocho kilos, frente a los 18 del 2016. Este año la cantidad será sensiblemente superior a la del 2017, ya que solo en una operación contra los laboratorios clandestinos en la capital, la Policía interceptó diez kilos de la sustancia, valorados en un millón de euros en el mercado.