Un catequista de Castellón se enfrenta a 18 años y medio de prisión por supuestos abusos sexuales a menores. El juicio contra él se celebrará el próximo jueves en la Sección Primera de la Audiencia Provincial y en él deberá responder de acusaciones de exhibicionismo, provocación sexual y dos delitos de abusos (uno de ellos continuado).

La Fiscalía sostiene en su escrito de acusación provisional que el procesado colaboraba con una parroquia del partido judicial de Vila-real --sin haber sido la localidad desvelada--, dando clases de catecismo. «Disponía de las llaves de un piso propiedad de dicha iglesia y, por tanto, del Obispado, donde se guardaban objetos religiosos», mantiene el Ministerio Público, que asegura que allí llevó a dos adolescentes para mantener supuestas relaciones.

Así, la Fiscalía asegura que el acusado conoció en 2014 a un menor de 15 años, siendo este un chico «de personalidad sumisa-inhibida, dependiente y vergonzoso, con una madurez psicológica poco desarrollada». Asimismo, incide en que el adolescente se dejó «impresionar por el carácter manipulador del docente» y que este último empezó a enviarle mensajes de WhatsApp de contenido sexual. En ellos, el adulto le mandaba imágenes de sus partes íntimas y le pedía al menor que hiciera lo mismo, aunque este nunca llegó a acceder.

En los meses de mayo, junio y septiembre, el acusado y el menor se vieron en el citado piso propiedad de la parroquia y allí se produjeron los abusos.

Con la misma intención, según el fiscal, el catequista quedó en septiembre del 2015 con otro menor, de 14 años, abusando sexualmente de él en el portal de ese mismo domicilio.

El Ministerio Público solicita para el profesor 18 años y medio de cárcel, otros seis posteriores de libertad vigilada, 6.000 euros de multa y el pago de una indemnización de 3.000 euros para cada una de las dos víctimas en concepto de daños morales.

PENDIENTE DE SENTENCIA / A la espera de sentencia está también en la Audiencia Provincial el presunto caso de abusos de un vecino de Onda a tres niñas, a quienes conocía por ser vecinas y amigas de sus hijos. Fue el pasado día 17 cuando el procesado se sentó en el banquillo para enfrentarse a una pena de 28 años de cárcel.

Él negó en rotundo los hechos, pero las niñas lo reconocieron como el supuesto autor de violaciones y diversos tocamientos.