La reciente detención a cargo de la Benemérita de un hombre que se dedicaba a robar en la playa del Cargador en Alcossebre, acusado de nueve hurtos, y que ha pasado a disposición judicial en Vinaròs, un lugar donde llegó a producirse cierta alarma social por la frecuencia de estos robos, ha puesto otra vez de actualidad las sustracciones que se producen en los arenales de la provincia. Mientras la gente está tomando el baño o paseando por la orilla el mar, deja sus pertenencias al albur de que cualquier amigo de lo ajeno se apropie de sombrillas, toallas, móviles, bronceadores, dinero y objetos personales de los bañistas, y su perplejidad e indignación se refleja en sus rostros cuando han vuelto al lugar donde se encontraban sus objetos personales y no los hallan.

Hay que recordar que la Guardia Civil de Peñíscola arrestó el pasado mes de julio a un descuidero que se aprovechaba de que los bañistas se encontraban en la playa para apoderarse de efectos de valor. Se le imputaron cuatro sustracciones de mochilas y enseres, además de un robo en grado de tentativa en una casa.

La afluencia masiva a las playas hace que los ladrones puedan hacer su agosto, ya «que están in vigilando, pendientes constantemente de quienes pueden ser sus víctimas propiciatorias para adueñarse de las pertenencias de otras personas», según informan fuentes policiales. Cualquier descuido es suficiente para que estos, y en cuestión de segundos, «roben todo lo que encuentran a su alcance» en litoral de la provincia de Castellón.

La Policía Nacional reclama extremar las medidas de seguridad. También la Guardia Civil aconseja no descuidar las pertenencias y llevar solo lo imprescindible y, por ejemplo, introducir las llaves o el dinero en un bote vacío de crema solar. Si bien «no se ha producido este verano un incremento destacable en este tipo de hurtos en lo que llevamos de verano, si lo comparamos con años anteriores», como informan desde fuentes cercanas a la Policía Nacional, sí que advierten de que estos siguen siendo frecuentes. Un tipo de hurtos, cuyo valor económico no suele ser muy elevado, pero que ocasionan el malestar y perjuicios en las víctimas.

REFUERZA SU PRESENCIA

En este sentido, la Policía «refuerza» su presencia en las inmediaciones de las playas con patrullas a caballo o en vehículos para controlar y vigilar a los posibles ladrones, ya que «no contamos con agentes exclusivos para la playa como pueden tener otras fuerzas policiales», pero señalan la importancia de que los bañistas estén atentos a sus pertenencias.

Algunos de los consejos de la Policía Nacional de Castellón para evitar estas sustracciones consisten en «depositar en el maletero del coche los objetos de valor, así como la cartera, la documentación o los móviles». «Y en el vehículo tampoco dejar nada a la vista», añaden.

Añaden, además, «controlar permanentemente estos enseres». La Policía Nacional señala que la mayoría de estos hurtos se denuncian inmediatamente, «especialmente cuando se trata de móviles de alta gama».