La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a una pena de 9 años de prisión a un joven, de 18, por los delitos de abuso sexual continuado, exhibicionismo y provocación sexual, cometidos contra dos niños, de 9 y 10 años, en l’Alcora durante el 2014.

El procesado deberá indemnizar, asimismo, a las víctimas con 8.000 euros por los daños morales sufridos y pagar también una multa de 1.428 euros, según reza la sentencia a la que ha tenido acceso el diario Mediterráneo.

Según han declarado probado los magistrados de la Sección Primera, el condenado se trasladó, a finales de junio del año 2014, a vivir a l’Alcora con sus padres. Se hizo muy popular entre los jóvenes de la localidad y acudió con frecuencia a una colla, donde conoció a una menor, de 14 años, con la que inició una relación.

Junto a ella acudió a casa de una amiga de la chica, que tenía un hermano de 10 años. «Al conocer al niño, empatizó con él de inmediato y empezó a ganarse su confianza a base de regalos», señalan los jueces. A partir de ese momento, comenzó a frecuentar la casa del menor y a lograr también el aprecio de sus padres. Estaba a solas con el niño, lo llevaba al colegio y lo recogía y aprovechaba los ratos a solas con él para cometer los abusos, a través de juegos de índole sexual.

‘MODUS OPERANDI’ / El agresor comenzó besando a la víctima en la boca y, pronto, pasó a realizarle tocamientos en sus partes íntimas y felaciones al niño, pidiéndole que él le hiciera lo mismo, según relata el documento judicial.

En dos ocasiones el condenado llegó a penetrar al pequeño (no completamente), resistiéndose la víctima por el dolor que sentía.

Todas esas conductas se desarrollaron bajo un clima de dominación total por parte del joven.

Transcurrido un tiempo, el ahora sentenciado conoció también al hermanastro, de 9 años, de la que fuera su novia. Aprovechando una visita a casa de la chica y que esta se estaba dando una ducha, se quedó a solas con el menor, le puso en su teléfono móvil un vídeo pornográfico y comenzó a masturbarse delante del pequeño hasta eyacular. En otra ocasión, le pidió al niño que le realizara una felación, cosa que el niño hizo momentáneamente.

EN UNA COLLA / El abusador solía frecuentar un local llamado El Garito, al que acudían muchos adolescentes de l’Alcora, de entre 12 y 14 años. Un día pidió a dos niños, de 11 y 12 años, que lo acompañaran a un cuartito de la colla, en el que se masturbó también en presencia de ambos.

El 9 de diciembre del 2014, tras investigar los hechos denunciados por los padres de la primera víctima, la Policía Judicial de la Guardia Civil detuvo al agresor de niños, que ingresó en prisión provisional, donde permaneció hasta la fecha del juicio. H