Condenado a quince años y medio de prisión por un delito continuado de agresión sexual, otro de abusos y un tercero de ciberacoso. Es la pena impuesta por la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón a un vecino de Onda y de origen rumano, Florin C., quien forzó a una amiga de su hija y a una vecina suya, de unos 12 años. Así lo establece la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo. El tribunal le impone, asimismo, la prohibición de aproximarse a menos de 500 metros de las víctimas o de comunicarse con ellas. Además, deberá indemnizar a la menor que fue violada con la cantidad de 30.000 euros por los daños morales sufridos.

Los magistrados dan credibilidad al testimonio de las niñas, que declararon el día 17 de septiembre en la Ciudad de la Justicia cómo el adulto las atacó sexualmente. La principal víctima señaló al padre de su amiga como el presunto autor de una violación en un huerto de naranjos y de posteriores agresiones sexuales en una casa abandonada y en el propio domicilio del hombre. La denunciante, que declaró protegida por un parabán, recordó unos hechos que sucedieron cuando ella tenía 12 años y por los que se sentía amenazada y coaccionada. «Me dijo que no tenía que contar nada a nadie y me mandaba mensajes para preguntarme con quién estaba», dijo.

Asimismo, la niña indicó en que el acusado --en prisión provisional desde su detención en el 2017-- le enviaba fotos pornográficas de internet y le pedía que imitara esas posturas y le pasara imágenes. Por ello, los magistrados condenan también al procesado por ciberacoso sexual.

En la vista oral declararon, además, otras dos presuntas víctimas --hermanas--, a las que el acusado realizó, supuestamente, tocamientos hace casi una década. Una de ellas recordó en la sala que Florin C. la manoseó durante una Nochevieja mientras ella dormía. «Me quedé dormida en un sofá y, cuando me desperté, noté que me estaba tocando. Yo era pequeña y no sabía cómo reaccionar, así que cambié de postura y disimulé», contó la joven, cuya hermana también dijo ser víctima de tocamientos.

ÉL LO NIEGA TODO

Por su parte, el hombre lo negó todo. A preguntas del Ministerio Público, dijo que nunca había pedido a las menores que le enviaran fotos pornográficas suyas y afirmó que las afectadas lo habían denunciado «por ser amigas» todas ellas.

El tribunal condena al acusado por los tocamientos a una de las hermanas, mientras que los hechos contra la otra se declaran prescritos por el tiempo transcurrido. Ante la sentencia de la Audiencia Provincial cabe recurso de casación al Supremo.