Un vecino de Altura de 48 años ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por un delito de abusos sexuales continuados a su hijastra, según ha podido saber Mediterráneo.

El tribunal ha declarado probado que el ya sentenciado, para el que la Fiscalía pedía 8 años y 10 meses de cárcel, practicó tocamientos en los pechos y el trasero de la menor. El hombre, por su parte, negó durante el juicio celebrado el pasado 6 de septiembre en la Audiencia Provincial haber abusado de la adolescente y afirmó que todo era «una falacia» para destrozarle la vida, después de «haberlas mantenido y criado durante muchos años».

La víctima de los tocamientos, que ya sufrió abusos en su Colombia natal, es ahora mayor de edad y declaró que tenía unos 11 años cuando tuvieron lugar los hechos. «Cuando mi madre no estaba, él me tocaba. Yo estaba haciendo los deberes o fregando los platos, se colocaba detrás de mí y me acariciaba por encima de la ropa y me metía el dedo por el ano», contó la joven a los magistrados. Un testimonio que los jueces han estimado «creíble» y «coherente» durante las seis declaraciones que ha prestado la afectada durante el proceso.

Además de la pena de prisión impuesta, la sentencia establece una prohibición de aproximación a la víctima durante los cinco años siguientes al cumplimiento de la condena de cárcel.

LA AFECTADA / La joven renunció durante el juicio a la indemnización económica que pudiera corresponderle y admitió que había algunas ocasiones en que los tocamientos le «gustaban», una afirmación que, según los forenses, dotaba de credibilidad a la historia. La exesposa del acusado, con la que tiene otros dos hijos, relató que, tras 14 años juntos, se enteró de lo que había pasado. «El mundo se me vino abajo. Él me lo admitió en una discusión y me dijo que no iba a volver a pasar», explicó la mujer en referencia a una grabación que le hizo a su expareja sin que él se diera cuenta. La defensa ha anunciado que recurrirá el fallo. H