Tres ciudadanos paquistanís fueron ayer condenados a dos años de prisión por un delito de trata de seres humanos tras haber explotado a personas de diferentes nacionalidades, a quienes intimidaban constantemente y hacían trabajar como collidors a cambio de comida y un lugar donde dormir. La pena responde a un acuerdo alcanzado entre la fiscal y la defensa. Desde el año 2015 comenzaron a amedrentar a un compatriota, a quien obligaban a trabajar sin sueldo, amenazándolo con causar daño a su familia.

Lo fueron trasladando de un lugar a otro del territorio nacional, pasando por Burriana, donde lo tenían en una casa con condiciones insalubres, junto a otras 15 personas. El afectado sufrió hostigamiento y temor a las represalias de los procesados, que deberán indemnizar al afectado con 15.000 € por daños morales.