Condena de 8 años de cárcel para Víctor Merchán, el conserje de unos apartamentos de Peñíscola que abusó sexualmente de una niña belga de diez años. Así ha podido saberlo Mediterráneo, tras tener acceso al contenido de la sentencia. La pequeña, que deberá recibir ahora una indemnización de 15.000 euros por daños morales, pasaba unas vacaciones con su familia en la urbanización Voramar en el verano del año 2016, cuando pasaron los hechos punibles.

El operario de mantenimiento, de nacionalidad ecuatoriana y de 37 años, reconoció durante el juicio que tuvo lugar el pasado mes de abril en la Sección Primera de la Audiencia Provincial que despojó a la menor de su bikini y le realizó tocamientos en la caseta de la piscina, tras invitarla a entrar con la excusa de que estaba roja y le iba a poner crema.

Los magistrados le imponen también la medida de libertad vigilada por tiempo de cinco años a partir de su salida de prisión y una orden de alejamiento para que no pueda acercarse a la niña. El ya condenado cerró una de las puertas de la caseta con llave para impedir la salida de la menor.

La víctima no tuvo que viajar hasta Castelló para declarar en el juicio. El tribunal reprodujo el vídeo con la declaración de la pequeña --en prueba preconstituida--. Se trata de una grabación en la que la menor, ayudada por una intérprete de francés, cuenta los tocamientos sufridos por el acusado. «Yo temblaba porque tenía miedo», contó la afectada solo dos días después de que Víctor Merchán fuera detenido.

«Duró como unos dos minutos», dijo entonces la niña, quien apuntó que el procesado también le enseñó a ella sus partes íntimas. La víctima logró finalmente salir de la citada caseta por una segunda puerta que el acusado no había cerrado con llave y contó lo ocurrido a sus familiares.

Los forenses declararon que el relato de la niña era verosímil y la fiscal puso en valor en su informe que se hallaron vestigios genéticos. El condenado puede recurrir en casación la sentencia.