La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a pagar una multa de 1.260 euros a la inquilina de un piso de alquiler que rompió de forma intencionada instalaciones y objetos antes de abandonarlo por impago de la renta.

La sala, que confirma la sentencia del Juzgado de lo Penal número 6 de València, la considera responsable de un delito de daños y le obliga a indemnizar a la propietaria de la vivienda con 929 euros, cifra en la que se tasaron los daños causado en la vivienda, que quedó, según recoge la resolución, en unas «penosas condiciones de habitabilidad».

Los hechos sucedieron en el 2015, cuando la condenada, que llevaba varios meses sin pagar la mensualidad y otros gastos, se vio obligada a abandonar el inmueble, en el que vivía alquilada desde el año 2012. Antes de dejar la casa, partió cuatro puertas de acceso a las habitaciones y rompió dos sillas y un canapé de láminas lumbares de una cama.

La vivienda también presentaba daños en la cerradura de entrada, en los interruptores de la luz, persianas, espejos, mamparas y muebles.