La Policía Local de Vinaròs y la Guardia Civil han instruido diligencias judiciales contra un conductor que el pasado fin de semana circuló bajo ebrio, ocasionó daños en el mobiliario urbano al colisionar contra dos bolardos y se negó a someterse al test de alcoholemia. Tras identificarlo, los agentes procedieron a su investigación por un presunto delito de negativa a someterse las pruebas. Para sorpresa de los efectivos, horas después de esta primera intervención, la Policía Local volvió a pillar al susodicho intentando circular por la localidad con el cepo todavía puesto en una de las ruedas de su vehículo. El hombre todavía presentaba síntomas de estar bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Por todo ello, el investigado deberá responder ante el juez.

En Vila-real, los agentes municipales también han actuado contra una conductora infractora que, según la Policía Local, circulaba a altas horas de la madrugada, incumpliendo así el toque de queda impuesto en la lucha contra la pandemia. La mujer no solo se encontraba ebria, sino que tenía retirado judicialmente el permiso de conducir. Está investigada por dos delitos contra la seguridad vial y será juzgada en un procedimiento de juicio rápido, según fuentes policiales.