Un conductor de ambulancias para emergencias, de 21 años, ha ingresado en prisión tras su detención por causar, presuntamente, cuatro incendios --uno en Ayódar, dos en Ribesalbes y un cuarto en la localidad valenciana de Llíria--. El pirómano, que contaba con antecedentes por hechos similares, utilizaba sus funciones sanitarias para camuflarse entre los dispositivos desplazados para actuar en los fuegos, según informaron representantes de la Guardia Civil.

Los agentes comenzaron a sospechar que la mano del hombre podía estar detrás de las llamas en el 2018. En el caso de Ribesalbes --ocurrido en octubre del pasado año--, los bomberos sofocaron un incendio en unas fábricas abandonadas, detectando varios focos y temiendo que fueran provocados. Posteriormente, se declaró otro fuego en una vivienda deshabitada del casco urbano, poniendo en grave riesgo la población. Los bomberos tuvieron que desalojar a una mujer de avanzada edad y otras viviendas, ya que las llamaradas causaron daños importantes y una notable alarma social en la zona afectada.

El varón también actuó en Ayódar, donde prendió fuego a una vivienda abandonada en el conocido como cruce de Villamalur. Los agentes mantienen que el conductor pirómano permaneció impasible, minutos antes de que los servicios de emergencias llegaran al lugar, mientras las llamas devoraban el inmueble.

EN VALENCIA / En la provincia de Valencia, el ahora encarcelado causó, supuestamente, otro incendio --en esa ocasión forestal--, que calcinó 7.000 metros cuadrados de casetas de cámping y vegetación. Ese fuego obligó a movilizar una docena de dotaciones para su completa extinción.

ANÁLISIS // El modus operandi del detenido consistía, según la Benemérita, en analizar qué zonas podía quemar, iniciar las llamas y recrearse durante el incendio, llegando a grabar incluso vídeos de la evolución del mismo.

Está acusado de cuatro delitos y el juzgado de instrucción número 4 de Nules ha ordenado su ingreso en prisión provisional.