«Aceleró de forma brusca y rápida, alcanzando una velocidad inapropiada, al tiempo que invadió el carril de la izquierda; maniobras que le impidieron ver al peatón Alejandro Carbajo, que cruzaba por un lugar indebido». Es la conclusión a la que llega en su sentencia el magistrado José Luis Antón en el caso del atropello mortal de la plaza Mª Agustina de Castellón.

Asimismo, determina que Nathanael Njopen --condenado a dos años de cárcel y a pagar 163.000 € en indemnizaciones-- «consciente de la peligrosa situación provocada, se dio a la fuga sin mostrar el menor interés por la integridad del peatón, preocupándose solo de no ser descubierto», según consta en el documento judicial al que ha tenido acceso Mediterráneo y que analiza cómo fue el accidente en el que perdió la vida el castellonense, de 26 años.

«Modo salida de parrilla»

El magistrado incide en que el factor preponderante en la causación del accidente fue «la conducción competitiva del acusado, en modo salida de parrilla de gran premio, a apreciable velocidad para ganar la posición» frente al coche de una pareja, principal testigo del hecho. Unas personas cuya versión considera «contundente».

Por todo ello, el magistrado determina que la contribución causal del acusado fue el 80% y del peatón en un 20%. Pese a que la defensa hizo hincapié en que Alejandro Carbajo se encontraba bajo la influencia del alcohol, los forenses concluyeron que correspondía a «una ingesta moderada de en torno a dos cervezas o una copa de alcohol», tal y como se refleja en la sentencia del caso.

El jurado popular que analizó el atropello mortal de Alejandro Carbajo alcanzó su veredicto en la madrugada del 17 enero, tras doce horas de deliberaciones. Sus miembros declararon culpable de homicidio por imprudencia menos grave y culpable de omisión del deber de socorro a Nathanael Njopen, por darse a la fuga tras arrollar al castellonense, que tenía 26 años.

La Fiscalía pedía para el acusado, que tenía 19 años cuando sucedieron los hechos y antecedentes por conducción alcohólica, cinco años de prisión e indemnizaciones millonarias. La acusación particular, por su parte, elevaba la pena a diez años.

Lo negó

El conductor negó ser el causante del atropello y acusó al peatón de haberse «abalanzado» sobre su vehículo. «No me dio tiempo de reaccionar», dijo el procesado, quien aseguró que no iba «a más de 40 km/h y no me cambié de carril», una versión que contradice a la de los dos testigos. «Me fui porque estaba en shock, aturdido y el miedo se apoderó de mí. Me arrepiento todos los días», manifestó en su interrogatorio.

Dos testigos claves del suceso, que circulaban por la misma rotonda en la que tuvo lugar el trágico accidente y sí pararon para socorrer a la víctima, declararon durante la vista que el acusado iba «más rápido de lo normal». «Estábamos parados junto a él en un semáforo y cuando se puso verde, aceleró y se cambió a mi carril, obligándome a frenar para no chocar contra él», dijo la mujer.

La familia de la víctima asistió al juicio, muy emocionada, sin poder contener las lágrimas y discrepando de las declaraciones del ya condenado.

La sentencia de la Audiencia Provincial de Castellón puede recurrirse en casación ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat.