El joven acusado de matar a una anciana en La Llosa tras entrar a robar en su casa en el año 2017 ha reconocido los hechos en el juicio celebrado este miércoles y ha confesado que quería lograr dinero para comprar droga porque era adicto y que al ser sorprendido por la víctima la estranguló, aunque con la intención solo de "dormirla".

El joven ha declarado ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial, acusado de un delito de homicidio y dos delitos de robo, y también ha declarado otro joven -amigo del procesado- acusado de un delito de receptación.

El Ministerio Fiscal pide una pena de 26 años de prisión para el principal acusado y para su amigo, una pena de prisión de un año y tres meses.

Los hechos, según ha explicado el acusado, ocurrieron en marzo de 2017, mes en el que entró a robar en dos ocasiones a la casa de la víctima, a la cual conocía y con la que charlaba a veces en el parque cuando se encontraban.

Así, tras asegurar que era adicto a drogas como la cocaína y la marihuana, el 9 de marzo entró en el casa de la anciana -saltando la valla y a través de una ventana- y sustrajo una cadena con una medalla, unas llaves y un monedero que contenía unos 200 euros.

Días después, ha relatado, escuchó decir que la anciana tenía en su domicilio 600 euros que no habían sido localizados por el ladrón y decidió regresar para "conseguir el dinero para droga".

El 15 de marzo saltó de nuevo la valla y, tras esperar escondido debajo de una escalera porque escuchó a gente dentro de la casa, entró al domicilio y comenzó a buscar el dinero en un dormitorio.

Poco después, ha explicado, escuchó la puerta y se escondió en la habitación, pero la mujer entró en ella y le localizó.

En ese momento "intenté salir por la puerta" pero "ella me cogió y me quitó la sudadera", por lo que "le di dos puñetazos" y de nuevo "me volvió a coger y le puse el brazo en el cuello y comencé a presionar", según el acusado.

La víctima mientras tanto le "arañaba y mordía" y llegó a llamarle por su nombre, y ha agregado que "se bloqueó" y no soltó a la anciana hasta que notó "que venció" y la dejó caer al suelo.

Su intención, ha explicado, no era matarla "sino dormirla" como ha asegurado que hacía con algunos amigos: "Jugábamos a dormirnos hasta quedarnos inconscientes y luego nos despertábamos y no pasaba nada".

En ese momento ha dicho que se "asustó mucho" y comprobó que la mujer, tendida en el suelo, "no tenía pulso" y se puso "muy nervioso" a buscar oro y los 600 euros, tras lo cual se marchó a su casa y contó a su hermano lo que había pasado tras ser sorprendido por éste cubierto de sangre.

Durante su declaración, en la que el acusado ha tenido que parar en ocasiones por el llanto, ha afirmado tener "un pesar muy grande" por todo el daño causado a la familia de la víctima y a su familia.

El joven contó más tarde lo sucedido al otro acusado, quien ha declarado que el presunto homicida le dijo que "la dejó en el suelo sin respirar, pero no que la matara", y él, ha dicho, "no le creía", aunque aceptó 22 euros que le dio su amigo pero no sabe por qué.