La tripulación de la patrullera Río Nansa, del Servicio Marítimo de la Guardia Civil (Semar), confiscó ayer por la mañana un total de 248 kilos de pulpo en aguas de Castellón. Con motivo de los servicios establecidos para combatir la pesca clandestina, la Benemérita intervino, en una embarcación próxima a la costa de Torreblanca, 130 piezas de pulpo común, de las cuales 13 no llegaban al peso mínimo comerciable.

Los agentes, una vez realizado el acompañamiento hasta el puerto pesquero de Benicarló, para su pesaje y aprehensión, procedieron a donar las capturas ilegales a la Cruz roja. Al parecer, los responsables habían capturado a estos cefalópodos mediante artes de pesca menores durante el periodo establecido como veda.

El decreto 263 del 14 de octubre de 1997, aprobado por el Gobierno valenciano, es el encargado de regular la pesca artesanal del pulpo. Según establece esta norma, existe una veda temporal desde el 15 de febrero hasta el 15 de junio (ambos inclusive) para dicha especie marina. H