La Audiencia Provincial de Castellón ha sentenciado a cuatro años de prisión a un hombre --A.D.N.V.-- por violar a una chica durante una fiesta en una casa de la capital. El condenado deberá, además, pagar una indemnización de 12.000 euros a la víctima, que el día de los hechos se había marchado a dormir al encontrarse mal por la ingesta de alcohol, como reza el documento judicial.

Aunque hubo penetración, el tribunal lo condena por el delito de abusos sexuales --como sucedió en el caso de la Manada--, puesto que la mujer estaba inconsciente y no hubo violencia. Una tipificación de los hechos que recoge el Código Penal y que salió a debate tras el caso de Pamplona.

El juicio por estos hechos se celebró el pasado día 20 de febrero a puerta cerrada en la Sección Primera, a petición de la víctima. La Fiscalía pedía para el procesado la pena de ocho años de cárcel.

El procesado ya había sido condenado previamente por dos delitos de robo con violencia y uno de tenencia ilícita de armas.

El 2 de septiembre del 2017, sobre las 8.00 horas, acudió en compañía de su novia a una fiesta en una vivienda de Castellón. La afectada, tras una noche de fiesta y de consumo de alcohol, se marchó a dormir a una habitación. El ya condenado y su pareja también se quedaron a pasar la noche en el inmueble y, sobre las 11.00 horas, el hombre se dirigió hacia el dormitorio de la denunciante, con el pretexto de ir al baño.

Movido por el ánimo lascivo y aprovechando que la chica estaba inconsciente, le quitó la ropa y abusó sexualmente de ella. El hombre fue sorprendido por una amiga de la víctima.

El pasado mes de febrero la Audiencia ya condenó, en una sentencia in voce, a un vecino de Vinaròs, de 22 años y que presenta un retraso mental leve, por abusos sexuales a una niña de 11. El tribunal castellonense le impuso un año de cárcel y otros cinco más de libertad vigilada por manosear a una menor en la biblioteca municipal, sobre la que tiene ahora una orden de alejamiento.

Un mes antes, en enero, la Sección Primera de la Audiencia impuso seis años de prisión y el pago de una indemnización de 21.000 euros a un vecino de Alcalà, de 67 años, por abusar sexualmente de dos menores de edad, de 11 y 16 años, a las que le unía una relación de amistad estrecha, casi de tipo familiar. El tribunal declaró probado que, desde el año 2012 --cuando una de las niñas tenía 11 años-- y hasta febrero de 2016, en ocasiones en el interior del domicilio del acusado y en otras en el de la menor, «el adulto realizó tocamientos a la víctima en los pechos, piernas y nalgas, dándole también besos en la cara, pero sin consentir la menor de edad que se los diera en la boca».