En el número 4 de la calle La Bosca, el hollín y el olor a fuego no se había ido ayer, 24 horas después de declararse el brutal incendio que ha dejado dos víctimas mortales, un español de 67 años y un paquistaní de 40. Dos de los heridos, entre ellos la hija de uno de los fallecidos, fueron dados de alta ayer, después de pasar la noche en el Hospital La Plana de Vila-real, y en el General de Castellón, donde se repartieron los finalmente 10 heridos en la madrugada del sábado al domingo, cuando, sobre las 6.00 horas, mientras dormían, las llamas, presuntamente provocadas por un cortocircuito, se comían el primer piso y llegaban al segundo, afectando a todo el bloque.

Otras ocho personas permanecen hospitalizadas. En La Plana, dos personas están todavía en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) --una de ellas, la esposa de uno de los fallecidos, que ingresó tras sufrir un infarto, sumado a la inhalación de humo--, y otras dos están en planta. En el General, cuatro varones pasaron un día más hospitalizados, dos de ellos graves en la UCI y otros dos en tratamiento en la cámara hiperbárica, todos ellos, por inhalación de humo, según fuentes del Centro de Emergencias.

En la finca, ayer, los 40 vecinos desalojados intentaban regresar a la normalidad tras tener que pasar la primera noche fuera, en casa de familiares o amigos. «No se podía estar; el fuerte olor a quemado en todas las zonas comunes, en el ascensor, las puertas, el humo por todas partes, la escalera clausurada... pero lo peor ya ha pasado», cuenta uno de los afectados. Ayer, tras una última revisión, pudieron regresar a sus hogares. Aún con todo, algunos vecinos no ocultaron «el miedo» que aún sentían por el suceso vivido, pero también por que «pueda reproducirse». «No estamos tranquilos», señalaron.

El acceso a la vivienda del primer piso estaba precintado por la Guardia Civil, mientras que en el segundo piso, en la otra vivienda seriamente dañada, un timbre totalmente derretido daba muestra de las temperaturas alcanzadas, al tiempo que la escalera y barandillas están ennegrecidas por el humo, que, según los técnicos, utilizó esta zona como chimenea, al tiempo que impidió a los vecinos salir de sus casas.

Uno de los vecinos explicó que esperan que entre hoy, lunes, y mañana empiecen a trabajar los técnicos de los seguros y las tareas de limpieza, para acondicionar en la máxima brevedad el inmueble. En la calle, fueron muchos los curiosos que querían ver el alcance del fuego, y dos vehículos quedaban acordonados por la Policía Local, visiblemente afectados por la caída de materiales.

FUNERAL // El funeral por el hombre de 67 años que vivía en el primer piso tendrá lugar esta tarde, a partir de las 17.00 horas, en la parroquia de la Virgen de los Desamparados de Burriana.