El cámping de Gaibiel --cerrado desde 2007--, ha sufrido, al menos, dos robos en las últimas semanas y los ladrones han desvalijado sus 63 cabañas, sustrayendo todo tipo de material y causando graves daños. Así lo denuncia el gerente de la empresa concesionaria, Casa Nature y Ocio, Dominique Bernard, que cifra los destrozos y hurtos en 300.000 euros.

«Los ladrones se aprovechan de que la Guardia Civil no tiene suficientes patrullas en fin de semana. Solo dispone de un vehículo para vigilar los 18 municipios de la comarca», sostiene el empresario. «Los vecinos llamaron dos veces al 112 al ver linternas y la primera vez la patrulla llegó una hora después; y en la segunda ocasión, la Guardia Civil nos dijo que no podía llegar esa misma noche y que vendrían al día siguiente», añade Bernard.

El responsable cree que los cacos estuvieron horas perpetrando sus golpes, ya que desmontaron aparatos de aire acondicionado, baterías, lavabos y arrancaron puertas y alambradas. Al parecer, buscaban también cobre, ya que cada motor eléctrico que despiezaron tiene unos siete kilos.

Bernard habla de «indefensión» y culpa al alcalde de Gaibiel, Vicente Pelayo del «bloqueo jurídico» en el que está el cámping tras una década de pleitos y un «embargo preventivo que impide a los dueños acceder». El empresario mantiene un conflicto abierto con el munícipe, al que acusa de no promover los informes obligatorios de seguridad de la infraestructura y de dejar a las cabañas en terrenos inundables. Este periódico intentó contactar ayer sin éxito con el primer edil.