La Audiencia Provincial de Castellón acogió ayer el juicio contra un ciudadano rumano P.N., acusado de asaltar la vivienda de un matrimonio de Vila-real en la calle La Salud y apalear brutalmente a la pareja, de 76 y 74 años, en mayo del 2011. «Dos encapuchados llamaron a la puerta de mi hermana. Le pegaron a su marido, que se ha quedado en silla de ruedas y también a ella, que estuvo tres meses en coma y al final se murió», recordó entre sollozos la hermana de la anciana fallecida.

«Pido justicia para que lo que le pasó a mi familia no le ocurra a nadie más», declaró la mujer a preguntas de la fiscal, renunciando además a recibir una indemnización por los hechos.

Las dos víctimas sufrieron numerosos golpes y graves lesiones. Tanto es así que la mujer, con un traumatismo craneoencefálico severo, padeció un deterioro generalizado y requirió un implante craneal. Tras ser evacuada al Hospital La Fe de València, entró en coma y permaneció en ese estado durante tres meses, hasta que finalmente falleció.

DECLARADO INCAPAZ

Por su parte, su marido sufrió una hemorragia cerebral, varias fracturas y lesiones neurológicas y físicas, según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, quedando postrado en una silla de ruedas. El anciano no pudo declarar durante el juicio para relatar lo ocurrido, ya que, debido a su delicado estado, está en una residencia y ha sido declarado incapaz.

La fiscal mantuvo ayer la petición de 33 años de cárcel para el procesado, al que atribuye los delitos de asesinato consumado, asesinato en grado de tentativa y robo en casa habitada. El acusado negó todos los hechos durante su interrogatorio, alegando que el día del asalto él se encontraba en Rumanía y no en España.

La acusación se dirige solo hacia un hombre, aunque la Fiscalía sostiene que en el ataque participaron dos varones. Sin embargo, la principal testigo del caso, una vecina que vio a dos encapuchados descender las escaleras del inmueble portando una barra de hierro en las manos, no reconoció al acusado durante la vista de ayer. A pesar de que lo había identificado en dos ocasiones anteriores, dijo al tribunal no estar segura de que fuera él. El resto de los vecinos oyeron ruidos, pero no vieron a nadie. El juicio quedó visto para sentencia.