La delincuencia juvenil baja en la provincia --un 6% el pasado año respecto al 2016--, pero aumentan los delitos más graves. Según los últimos datos de la Fiscalía de Castellón, crecen los abusos sexuales (de nueve a 20 episodios), las lesiones (de 150 a 211) y el tráfico de drogas (de tres a nueve).

El caso Maikel --un crimen que conmocionó a Castellón por su crueldad y la corta edad de los autores-- dejó también en el 2017 dos menores asesinos --de 14 y 17 años--, frente a una lista que se mantuvo a cero en el año 2016.

La condena a los dos adolescentes implicados --cinco y ocho años de internamiento en un centro-- fue ratificada por la Audiencia Provincial el pasado enero.

En el apartado de delitos menos graves, se incrementan, asimismo, en la provincia los hurtos, que prácticamente se han duplicado --de 81 a 157 supuestos--. También experimentan la misma tendencia los delitos de daños, que son un 32% más, según los datos del Ministerio Público.

En términos generales, la provincia registró en el 2017 un total de 922 infracciones penales. Se trata de un 10% de la criminalidad juvenil de la Comunitat Valenciana --con 8.876 delitos cometidos por menores--. En 2016 la cifra era ligeramente superior en Castellón, con 974 casos, aunque con menos delitos graves.

EN LA COMUNITAT

El aumento de los casos de abusos sexuales abordados por la justicia también va a más en València (de 34 a 52) y Alicante (de 54 a 80 episodios).

Cada día, los tribunales de la Comunitat dictan unas cinco sentencias condenatorias contra menores de entre 14 y 17 años (de trece años hacia abajo no existe responsabilidad penal alguna en España). Esto es, cada año hay del orden de 2.000 adolescentes que reciben un castigo penal por cometer algún delito o falta.

A nivel nacional cabe destacar, asimismo, que en el ránking por comunidades, Ceuta, las Islas Baleares y Canarias son los territorios que registran una tasa más elevada de infracciones penales cometidas por menores.

Otra realidad que afecta a Castellón en relación a los adolescentes es el incremento de los casos de violencia doméstica ejercidos de hijos a padres. Y es que la Fiscalía de Castellón aborda unos 80 casos cada año de golpes, amenazas, coacciones, daños y maltrato psíquico hacia los progenitores.

MALTRATO A PADRES

En las localidades más pequeñas de la provincia todavía existe vergüenza al reconocimiento de los abusos por parte de los hijos, según representantes del Ministerio Público. Los investigadores animan a no tapar los casos y a ponerlos en manos de profesionales, dejando de lado el sentimiento de culpa o de fracaso como padres.