Agentes de la Policía Nacional y de la Policía Foral de Navarra han detenido a ocho personas y han realizado la mayor aprehensión de speed (sulfato de anfetamina) registrada hasta ahora en España al aprehender 175,5 kilos en una operación contra un grupo criminal que tenía una base de operaciones para la distribución de la droga en Benicarló. Además, los agentes se han incautado de 100.000 pastillas de MDMA (conocida como éxtasis), 270 kilos de marihuana y más de cuatro kilos de éxtasis cristalizado, entre otras drogas, según detalló ayer el delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, y responsables de la Policía Nacional y Foral.

Ocho personas, de nacionalidad española y sin antecedentes, han sido arrestadas como presuntos miembros de una organización que controlaba la distribución del speed en el noroeste de España y que disponía de fuertes conexiones con Países Bajos. El valor de la droga requisada se sitúa en cuatro millones de euros y se estima que podrían estar traficando cerca de 500 kilos mensuales.

EL ENTRAMADO

Los investigadores lograron identificar a los miembros que conformaban el entramado criminal, uno de los cuales residía en Benicarló, donde tenían su base para nutrir y distribuir la sustancia en la costa del Mediterráneo. El grupo investigado disponía de la infraestructura terrestre necesaria para llevar a cabo no solo la distribución, sino el transporte de la droga. Así, contaban con vehículos especialmente preparados para poder trasladar grandes cantidades sin ser detectados en controles rutinarios. La red de traficantes distribuía drogas de síntesis en varios puntos del país al mismo tiempo y solía hacer paradas técnicas en Zaragoza o Logroño.

Otro aspecto que caracterizaba a la organización desarticulada era el alto nivel de actividad y movimiento de sus miembros, que realizaban viajes continuos por distintas localidades de Navarra, Tarragona, Barcelona, Castellón y, también, a la ciudad de Ibiza.

INICIO DEL CASO

Las investigaciones comenzaron sobre un grupo afincado en Cataluña y Navarra que, presuntamente, se estaba dedicando al transporte y distribución de grandes cantidades de sulfato de anfetamina. Una vez introducida la droga en España, era distribuida por la Ribera Baja de Navarra, siendo su punto neurálgico la ciudad de Tudela. La organización realizaba portes semanales de importantes cantidades y la vía de entrada en España eran las provincias de Barcelona y Tarragona.

Desde Cataluña, la droga viajaba hasta la base de operaciones de Benicarló, como punto de distribución para la costa levantina.

En el momento de la desarticulación de la red criminal, los detenidos estaban a punto de recolectar una plantación con más de 270 kilos de marihuana.