La Policía Nacional y la Guardia Civil han desmantelado un entramado vinculado a la provincia y dedicado a la falsificación de tarjetas de crédito para pagar peajes de autopistas en España, Francia, Alemania e Italia. En la operación han sido detenidas 24 personas en varias provincias --entre ellas Castellón-- que habrían defraudado 500.000 euros.

Según informan ambos cuerpos, las detenciones se han practicado en Barcelona, Girona, Tarragona, Zaragoza y Castellón, en tanto que se han realizado 21 registros domiciliarios donde se han desmantelado 11 talleres de falsificación de tarjetas.

Un complejo fraude cuyas víctimas eran las concesionarias de las autopistas y las empresas emisoras de tarjetas para el pago de los peajes, ya que los falsificadores --vinculados al sector del transporte de mercancías-- generaban estos documentos sin que constara ningún titular, pero pasaban los controles del pago.

A la caza de este entramado y esta novedosa estafa llevaban las fuerzas de seguridad unos tres años, según explican desde la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF). Con las tarjetas intervenidas se habían realizado 30.000 transacciones con cientos de vehículos implicados.

LA ORGANIZACIÓN

La red no contaba con líderes definidos ni con una jerarquía, pero sí había tareas repartidas y funcionaba como una empresa, según la policía. Mientras unos creaban con un software informático las tarjetas, otros las trasladaban al plástico y otros eran los comerciales.

Estos últimos se dedicaban a vender los documentos a transportistas, pequeños y medianos empresarios o particulares a un precio que iba fluctuando o, incluso, se vendían por lotes porque la finalidad era poder aumentar su cartera de clientes.

No dudaban en ofertar su producto en gasolineras de estas vías de peaje --el fraude cometido se centra en tramos de pago que dirigen a Francia-- y tal era la competencia entre los propios comerciales que los investigadores llegaron a detectar técnicas de «espionaje industrial».

En total, han sido arrestadas 24 personas --20 de ellas de nacionalidad rumana, otros dos españoles y dos cubanos--, entre los que se encuentran proveedores, falsificadores, distribuidores y colaboradores. Catorce de ellos han pasado a disposición de la Audiencia Nacional. Los agentes han registrado 18 casas y tres empresas de transporte, donde se han desmantelado hasta 11 talleres dedicados a la falsificación.