Un total de 47 personas fueron detenidas dentro de una macrooperación conjunta de la Policía Nacional con la Royal Gibraltar Police, coordinados por el organismo europeo de seguridad Europol, por traficar con personas procedentes de Marruecos, a los que cobraba por darles documentos falsos y para que cruzaran clandestinamente desde Gibraltar a España. La organización, que habría obtenido según las investigaciones beneficios de más de un millón de euros por estas prácticas, operaba en 18 provincias españolas y en cinco países europeos, por lo que ha sido necesaria la participación de dos centenares de policías españoles junto a agentes de Gibraltar durante la operación, informó ayer la Policía Nacional.

Según las pesquisas de las Fuerzas de Seguridad, los arrestados falsificaban la documentación necesaria para que los migrantes obtuvieran un visado con el que acceder a Gibraltar y, una vez allí, cruzaban la frontera de forma clandestina ocultos en vehículos todoterreno con las lunas tintadas y matriculas gibraltareñas. Para ello, cada inmigrante de Marruecos había ya pagado entre 7.000 y 8.000 euros por el visado, a lo que se sumaban entre 500 y 700 euros si necesitaban alojamiento temporal en La Línea de la Concepción (Cádiz) o traslado hasta otra provincia española o país europeo.

La investigación supuso dos entradas y registro en domicilios, uno en La Línea gaditana y otro en Gibraltar, para el que se contaba con una Orden Europea de Investigación. En ellas, se produjeron tres de los arrestos en Gibraltar y 44 en diferentes provincias españolas, todos ello por presunta pertenencia a organización criminal y tráfico de personas. Además, entre todas las actuaciones se intervinieron 19.000 euros en efectivo, así como doce teléfonos móviles y documentación.

Dos años de investigación / Los trabajos de investigación comenzaron en 2018, cuando la Royal Gibraltar Police detectó un aumento significativo de marroquíes procedentes de Tánger que llegaban con visado de estancia para Reino Unido, algo que no permite la entrada a España o a cualquier otro país del espacio Schengen legalmente. Esto se debía a que la organización captaba a los migrantes en Marruecos, preparaba documentación falsa para obtener el visado y les trasladaba en avión a Gribraltar; de ahí pasaban en vehículos a La Línea de la Concepción, siempre durante la noche.

En el municipio gaditano se alojaban en la casa de uno de los cabecillas de la organización o en diferentes hostales, siendo al día siguiente cuando se trasladaban en autobús con destino a otra provincia u otro país europeo.

La organización contaba con gran número de colaboradores, como conductores, taxistas y personal para gestionar los billetes de viaje, que suponían un gasto a menudo superior a 100 euros.