Una madre de 49 años ha asesinado a su hija de 10 años este lunes por la tarde en Girona. La propia mujer ha confesado que acababa de ahogarla en la bañera llamando al teléfono de emergencias del 112, tal como ha avanzado la agencia ACN y han confirmado fuentes policiales.

El aviso telefónico se ha producido a las 15.05 horas. Patrullas tanto de los Mossos d'Esquadra como del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) se han desplazado al lugar de los hechos -un domicilio del centro de Girona- y han hallado a la menor inconsciente. Los trabajadores médicos han tratado de reanimar a la niña y han podido trasladarla con pulso hasta el hospital Josep Trueta, donde ha terminado falleciendo poco después de haber sido ingresada. Los policías han arrestado a la presunta homicida. La División de Investigación Criminal (DIC) se hará cargo de un caso que ya instruye el juzgado número 1 de Girona.

Sobre las cinco de la tarde, la madre, esposada y acompañada por agentes de los Mossos, ha regresado al domicilio, ubicado en la Ronda Ferran Puig, cerca de la Devesa de Girona, para comenzar una reconstrucción del crimen en presencia de la comitiva judicial.

Según el entorno de la mujer, ella se había separado de su marido hacía algún tiempo y sufría una depresión. Los vecino señalan que había protagonizado en la escalera algún incidente que había obligado a llamar a los Mossos. Oficialmente no constan antecedentes de violencia doméstica, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Este domicilio está situado a unos 200 metros del lugar en el que el 9 de diciembre del 2015 una madre saltó al vacío desde un bloque de viviendas después de lanzar al suelo, desde una altura de más de 10 pisos, a dos de sus hijas, de 11 años y de menos de 1 año de edad. Se da, además, otra triste casualidad: el padre de la menor asesinada es originario de la pequeña población de Salitja (Vilobí d'Onyar), el lugar en el que el 13 de diciembre del presente año otra madre cometió un doble infanticidio y después se quitó la vida lanzándose al paso de un camión por la autopista. El padre del crimen de Salitja fue quien encontró los cadáveres de sus dos hijas, de 5 y 6 años de edad, con evidentes signos de violencia y dio el aviso al 112. Este caso sigue bajo secreto de sumario.