La Policía Nacional ha detenido en la provincia de Castellón a dos mujeres que se dedicaban a cometer "hurtos cariñosos sobre personas de la tercera edad. Se acercaban repentinamente a sus víctimas intentando acariciarles, pidiendo favores sexuales, invadiendo su espacio personal, aprovechándose del estupor de la persona para quitarles joyas, carteras... La mayoría de estos robos no son violentos, aunque en ocasiones las víctimas han sufrido lesiones por caídas al intentar zafarse de las autoras.

La investigación se inició tras recibirse varias denuncias en las cuales personas de avanzada edad denunciaban una serie de hurtos, todos ellos con el mismo “Modus Operandi”, siendo este el denominado Hurto Amoroso o de Abrazos, el cual consiste en que una mujer se acerca al anciano intentando acariciarle, pidiendo favores sexuales, invadiendo su espacio personal; ante el estupor de la persona aprovechan para sustraer las medallas que lleven al cuello, los relojes o cualquier otra joya que se encuentre a la vista, huyendo rápidamente en un vehículo que les sigue a corta distancia.

La investigación policial de estos hechos hizo llegar a los agentes hasta las localidades de Vila-Real y Benicássim, donde fue visto un vehículo ocupado por las ahora detenidas, que podrían ser las autoras de los hechos.

Tras comprobar las pesquisas, se practicaron las detenciones de las mujeres de nacionalidad rumana, como presuntas autoras de las sustracciones, responsabilizándoles a día de la fecha 17 hurtos realizados todos ellos en la provincia de Castellón, aunque la investigación continua sin descartarse nuevas detenciones ni la imputación de nuevos hechos a las detenidas, por robos ocurridos en otros puntos de la geografía española.

Las mujeres cuentan con numerosas búsquedas Policiales por hechos similares ocurridos en Gandia y Cartagena, siendo uno de ellos por Robo con Violencia, y podrían pertenecer a una Banda Organizada en la que están perfectamente diferenciados los roles a realizar por cada uno de los componentes, cambiando con asiduidad a las mujeres que sustraen las joyas, para así dificultar la labor policial.