Un agente de la Policía Local de Castelló abatió a tiros la pasada semana a un perro suelto que merodeaba por la Marjalería. La causa de los tres disparos, según fuentes policiales, fue “que se sintió amenazado por el animal”, pero la propietaria del animal, Noelia Ferrer, presentó denuncia por este altercado. El controvertido caso ha vivido este fin de semana un nuevo episodio, pues el hijo de la dueña del can ha sido detenido en la playa del Grau de Castelló por el mismo agente que una semana atrás había abatido a su perro. "Ha sido una venganza por la denuncia", asegura Noelia Ferrer.

Desde la Policía Local de Castelló desvelan que la causa de la detención no fue otra que la “desobediencia y amenazas graves” hacia los agentes. La actuación policial se produjo en un principio por las llamadas que alertaban de exceso de aforo en un establecimiento de la playa. Al llegar al lugar, y siempre según la versión de la Policía Local, el joven de 22 años comenzó a increpar al agente al reconocer que había sido quien había abatido días atrás a su animal. “No llega a agredir, pero sí le insulta e intenta que quienes le acompañaban y la gente que estaba en el local se pusiera en su contra. Fue un ataque en toda regla, por lo que fue detenido”, confirman.

Una vez detenido en la tarde del sábado fue llevado a la comisaría y pasó esa noche en el calabozo, puesto en libertad ayer domingo. Los vídeos de la detención se han hecho virales en redes sociales, pues se empleó un fuerte dispositivo policial. Desde el cuerpo afirman a Mediterráneo que al margen de los agentes que patrullaban el lugar se acercaron tres patrullas de refuerzo, aunque la familia del detenido, que ha puesto este caso en manos de sus abogados, afirman que han contado hasta 14 agentes implicados.

Noelia Ferrer, madre del detenido y propietaria del perro que fue abatido, afirma que “la carga para su detención fue brutal. Creía que estas cosas solo pasaban en Estados Unidos, pero por lo visto también pasa en Castelló”. Añade la empresaria que su hijo no sabía en un primer momento que el agente desplazado a la playa era quien había abatido a su perro, pues no estaba en casa en el momento en el que produjo el suceso, y achaca la detención “a una cuestión personal”.