Noche más que movida la del domingo al lunes en Burriana. La Benemérita, en colaboración con la Policía Local, detuvo ayer a un menor de 15 años por insultos y agresión a la Guardia Civil. Además, el joven es sospechoso de haber robado minutos antes un coche y haberlo estrellado en una esquina, dándose a la fuga.

Del complicado arresto fueron testigos varios vecinos de la calle San Juan Bosco que se marchaban a trabajar sobre las 6.30 horas. Cuando salieron de sus casas encontraron el despliegue de agentes municipales y guardias civiles, custodiando al adolescente, quien se resistía e insultaba a los efectivos, según indicaron testigos a este periódico. «El chico tenía mucha fuerza, no dejaba de gritar y de dar golpes. Estaba como poseído. Al final, lo metieron en el coche», afirmaron.

DE MADRUGADA

La actuación comenzó cuando, a las 5.45 horas, una patrulla se percató de que un turismo estaba empotrado en la esquina de las calles Santo Domingo Savio y San Juan Bosco. El coche estaba destrozado, con las puertas abiertas y los airbags fuera. La sorpresa de los agentes fue que no había nadie en su interior, por lo que comenzaron a peinar la zona. Al poco rato, empezaron a oírse en las calles adyacentes gritos de un joven que hablaba solo y estaba fuera de sí.

Sin explicación aparente, cuando la Guardia Civil le pidió que se identificara, comenzó a proferir insultos y se negó a dar sus datos. Además, se lanzó, de puños, contra uno de los efectivos. El resto de agentes lo redujeron y esposaron, sin deponer el adolescente su actitud violenta.

Al parecer, el menor llevaba consigo tres teléfonos y, según pudieron oír fuentes vecinales, no supo precisar de dónde los había sacado. Además, presentaba lesiones compatibles con el choque. Los policías contactaron con el dueño del coche, que resultó ser otro vecino de la zona y quien no daba crédito a que su vehículo estuviera empotrado contra una pared. Lo último que recordaba era haberlo aparcado en la vía pública.

El coche robado tuvo que ser trasladado en grúa hasta el depósito municipal de Burriana, donde quedó custodiado. Y es que, pese a haber reconocido el propietario del vehículo el móvil sustraído, los investigadores deberán realizar una inspección en el interior en busca de huellas, como marca el protocolo. Los investigadores tratan de esclarecer si el detenido pudiera ser autor de otros robos, pues la misma noche y muy cerca de allí se forzaron dos turismos más.