LLa Policía Nacional de Castellón ha detenido al portero de una discoteca por, supuestamente, golpear fuera del local y dejar inconsciente a uno de los clientes de la sala, a quien habían sacado a la calle junto a otras personas por participar en una pelea que se había iniciado dentro del local.

Según informaron fuentes policiales, los hechos se remontan al pasado 29 de diciembre, cuando un hombre denunció en comisaría que días atrás había sido víctima de una agresión por parte de un portero de un céntrico local nocturno de la ciudad.

Tal como se desprende del informe policial, el denunciante mantuvo una discusión dentro de la discoteca con otro joven, momento en que llegaron los cuatro porteros, los sacaron a la calle y se abalanzaron sobre él, apretándole uno de ellos el cuello hasta dejarle inconsciente.

En concreto, uno de los vigilantes llevó a la víctima a otra calle menos concurrida, donde continuó golpeándole y asfixiándole de nuevo hasta que volvió a perder el conocimiento, de forma que se despertó cuando ya estaba siendo atendido en el hospital.

Las mismas fuentes indicaron que un primo del joven agredido acudió en su ayuda pidiendo que le dejaran y fue sacado también del local cogiéndolo del cuello y las piernas, lo que le originó un esguince de tobillo.

Las investigaciones realizadas por los agentes permitieron identificar al portero que presuntamente había golpeado a la víctima en las inmediaciones de la discoteca. De esta forma, el presunto agresor, de 29 años y con antecedentes policiales, ha sido arrestado como supuesto autor de un delito de lesiones.

No es la primera reyerta con represalias policiales que ha sucedido en Castellón en zonas de ocio nocturno en las escasas tres semanas que llevamos de año. Así pues, aunque en esa ocasión no estuvo implicado ningún portero en los incidentes, cabe recordar que la madrugada de la pasada Nochevieja se saldó con cinco heridos en los aledaños de un local de la calle Lagasca, en una multitudinaria y violenta pelea callejera que acabó con cuatro detenidos por parte de la Policía Local. No en vano, una de las víctimas sangraba abundantemente y presentaba un profundo corte a la altura del cuello, mientras que los otros cuatro afectados tenían fracturas y contusiones de diferente grado por el cuerpo.