La colaboración vecinal ha vuelto a resultar clave en una intervención policial en la provincia. En esta ocasión, ha permitido la localización de un vecino de Burriana, detenido por presuntos malos tratos hacia su anciana madre.

Los hechos sucedieron hace unos días en la calle Santa Cristina de la localidad de la Plana Baixa. Varios residentes en un bloque de viviendas oyeron alboroto en uno de los pisos y decidieron llamar al 112 al escuchar golpes y a una mujer gritar, diciendo a otra persona que la dejara en paz. Hasta el lugar acudió la Guardia Civil, que se entrevistó con varios vecinos y con una mujer de unos 85 años que se encontraba muy nerviosa en el portal.

La afectada indicó que su hijo, vila-realense de unos 50 años, había acudido a la casa bajo la influencia del alcohol y le había pedido dinero, aporreando la puerta para que le abriera. Ella se negó a dárselo, por lo que él se puso agresivo, rompió el timbre de la vivienda y, presuntamente, comenzó a zarandearla, cogiéndola fuerte por el pecho.

UNA VECINA INTERVIEN

Durante el altercado, una vecina intervino al oír los gritos, llamando a la casa y preguntando por el estado de la anciana. Automáticamente se dio cuenta de que su hijo se encontraba en estado de embriaguez y le dijo que si no la dejaba llamaría a la Guardia Civil.

La mujer de avanzada edad le suplicó que no lo hiciera, excusando a su hijo, muy preocupada. Fueron, sin embargo, otros testigos quienes sí se decidieron a dar la voz de alarma a las autoridades, que acudieron de inmediato para intervenir en la finca.

La anciana, cuando se presentaron en el inmueble los agentes, reconoció sufrir supuestos malos tratos y les mostró varios hematomas que tenía por el cuerpo de otros supuestos episodios.

ADMITE LA AGRESIÓN

Admitió que su hijo le había pegado alguna bofetada y otros golpes, pero rechazó acudir al centro de salud para ser atendida. La mujer solo repetía que quería que su hijo fuera tratado por su adicción al alcohol y, finalmente, debido a su avanzada edad y a su nerviosismo, fueron especialistas médicos quienes acudieron a la vivienda para examinarla, aunque no presentaba lesiones graves.

Según ha podido saber este diario, los agentes de la Guardia Civil se llevaron al hombre esposado del inmueble.