La Guardia Civil detuvo ayer a una persona como supuesto autor de los delitos de desobediencia y resistencia, atentado a agente de la autoridad y contra la seguridad del tráfico (conducción temeraria), tras perseguirlo a lo largo de 30 kilómetros por diversas poblaciones de la provincia.

Todo se inició cuando guardias civiles de la Vall d’Uixó se encontraban realizando un control de personas y vehículos en una rotonda de la CV-2260. Uno de los agentes seleccionó a un coche de alta gama para que se detuviera en el punto de verificación.

El conductor, lejos de obedecer las señales del agente, aceleró al máximo dándose a la fuga comenzado un seguimiento con señales acústicas y luminosas para que detuviera su marcha, haciendo caso omiso de las mismas, circulando de manera negligente y temeraria con movimientos bruscos en zigzag.

Al llegar a Vila-real el vehículo abandonó la N-340 dirigiéndose por un camino, donde sufre una avería con una gran humareda, dejándolo abandonado sobre una acequia y dándose a la fuga.

De esta forma, diversas patrullas de la Benemérita iniciaron la búsqueda por los alrededores del lugar, dando como resultado la localización del mismo, procediendo a su detención con resistencia, tratándose de un varón de 36 años, supuesto autor de los delitos de desobediencia y resistencia, atentado agente de la autoridad y contra la seguridad vial.