La policía detuvo ayer en Senegal a Guillermo Fernández Bueno, el peligroso preso fugado condenado por violación y asesinato, en busca y captura internacional tras no regresar a la prisión de El Dueso (Cantabria) de un permiso de siete días. Según fuentes del Ministerio de Interior, el detenido, que iba junto a su pareja, presentaba características físicas coincidentes con las indicadas por los agentes, pero había cambiado un poco su aspecto y llevaba documentación falsa, por lo que hasta que no cotejaron sus huellas no pudieron determinar por completo su identidad.

La Policía Nacional detectó el la entrada del sospechoso en Senegal a través de la frontera con Gambia y ayer se produjo la detención. Aunque inicialmente se puso en alerta especialmente a la Ertzantza, por la vinculación del hombre con la ciudad de Vitoria, la policía tuvo sospechas pronto de que Fernández Bueno podría haber escapado fuera del territorio español, por lo que activó una orden internacional de arresto.

La Junta de tratamiento de la prisión de El Dueso se opuso en repetidas ocasiones a los permisos otorgados a este condenado por violación y asesinato. De hecho, fuentes de instituciones Penitenciarias confirmaron que en 2012, en el primer permiso solicitado por el recluso, la junta de tratamiento emitió un informe desfavorable. Posteriormente, el preso recurrió la decisión y el juez de vigilancia dio la razón a Fernández y aprobó su salida.

Las mismas fuentes señalan que la situación se repitió con los sucesivos permisos: la junta de El Dueso se opuso y el juez de vigilancia levantó el veto de nuevo. Ante esta situación, decidieron no emitir informes desfavorables en los siguientes permisos.