La Guardia Civil desmanteló una organización dedicada al cultivo de marihuana, compuesto por 5.856 plantas, en Llinars del Vallès (Barcelona), a la que intervino más de tres toneladas de hachís y detuvo a tres personas integrantes de una banda que elaboraba y distribuía la droga en España y en otros países europeos.

La plantación, según el Ministerio del Interior, era una de las mayores que se han encontrado en Cataluña en instalaciones cerradas. Los cacos habían utilizado un sistema narcokupa, ya que las naves industriales donde la alojaban estaban okupadas y eran propiedad de un banco.