Una mujer de 33 años, vecina de Almassora y nacionalidad española, admitió ayer que se hizo con la clave de la tarjeta de crédito de la anciana a la que cuidaba y que sacó, sin ella saberlo, 1.400 euros de su cuenta.

Lo hizo en tres ocasiones, en cajeros automáticos de Almassora y Burriana, y cuando la hija de la víctima sospechó lo que podía estar ocurriendo, la empleada del hogar arrancó las correspondientes hojas de la cartilla que demostraban su robo. Tras reconocer los hechos, ha sido condenada por un delito continuado de estafa a la pena de dos años de prisión, el pago de 1.080 euros en concepto de multa y a abonar los 1.400 euros que sustrajo sin permiso de la cuenta de la víctima.

Su letrado pidió ayer la suspensión de la pena de cárcel por carecer la cuidadora de antecedentes y pidió poder pagar la indemnización y la multa en un plazo de dos años. H