Un vecino de la Vall d’Uixó, de 45 años, ha sido condenado a dos años de cárcel como autor de un delito de tráfico de drogas tras haber sido sorprendido con una plantación de marihuana en su vivienda. El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial lo sentó ayer en el banquillo y él aceptó la pena de prisión pactada entre su defensa y la Fiscalía, además del pago de una multa de 300 euros.

Los agentes de la Guardia Civil descubrieron el cultivo indoor de cannabis en la casa del condenado, en la carretera de Segorbe, cuando recibieron el aviso para acudir por un intento de suicidio de su hija. Era octubre del 2015 y, al entrar en el inmueble, los agentes se percataron de que en una de las habitaciones había un sistema de cultivo casero de marihuana. Los efectivos del instituto armado se incautaron de 40 ejemplares de cannabis, 42 maceteros de plástico, herramientas manuales para la gestión de la plantación, fertilizantes, una báscula de precisión, una caja de zapatos llena de cogollos, semillas, bolsas de plástico para la distribución de la droga etc..

Además, en la estancia había dos focos de iluminación con sus correspondientes transformadores y un extractor de humo. En un registro a fondo, los agentes encontraron también varias papelinas de cocaína, concluyendo que el sentenciado se dedicaba a la venta de ambas sustancias en su vivienda de la Vall.

La defensa del procesado trasladó ayer su intención de pedir la suspensión de la pena y el tribunal aceptó que el condenado no entrara en prisión por el momento, siempre y cuando no vuelva a delinquir por tiempo de tres años.

MÁS INCAUTACIONES

Las incautaciones de marihuana en la provincia se han multiplicado por diez en la última década. Burriana, Castelló, Almassora, l’Alcora o Vila-real son solo algunas de las localidades en las que se han desarrollado recientemente actuaciones policiales para frenar el cultivo y el tráfico de cannabis. Por ello, la Policía Nacional y la Guardia Civil tienen problemas para su almacenaje hasta que se ordena judicialmente la destrucción de los ejemplares.

Según los datos proporcionados por el Ministerio del Interior, en el año 2017 (último ejercicio con registros anuales completos) se requisaron 227 kilos de marihuana en la provincia. Esa cifra corresponde únicamente al pesaje del cogollo, una vez retiradas las ramas, la tierra y los maceteros de los ejemplares, que fueron un total de 6.802. Diez años antes, en cambio, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado intervinieron tan solo 22 kilos.

Por lo que respecta a otras sustancias, los agentes lograron interceptar en Castellón ocho kilos de cocaína, 443 de hachís y 100 gramos de heroína en 2017. Tan solo los hallazgos de cannabis fueron superiores a los registrados diez años antes.