Dos años de prisión por un delito de homicidio imprudente y otro de lesiones imprudentes, con pago de 566.800 euros en concepto de indemnización para los padres, hermanos, hijos y pareja de la mujer a la que mató. Es la pena impuesta por el Juzgado de lo Penal número 4 de Castelló al joven que en junio del 2017 causó el trágico accidente de tráfico de la CV-17 en el que murió Rocío Bustamente, una castellonense de 29 años, y resultó herida grave su hija de ocho años.

El condenado, Javier A.V., cumplía 19 años el día de los hechos, tenía carnet de conducir hacía solo dos meses, llevaba 19 horas y media sin dormir y dio positivo en el control de alcoholemia.

Como ha declarado probado el juez, el sentenciado volvía desde Onda a Castelló sobre las 7.30 horas --tras una noche de fiesta con amigos--. En el puente de Benadressa, un trazado curvo con cambio de rasante, Javier A.V. siguió una trayectoria rectilínea, invadió el carril contrario y colisionó frontalmente contra el vehículo que conducía Rocío Bustamante y en el que iba la menor.

El conductor, que también resultó herido de gravedad, arrojó un resultado de 0,75 g/l en la analítica de sangre que se le practicó en el Hospital General --más del doble permitido para noveles, que se sitúa en 0,3 g/l--.

El procesado admitió durante el juicio celebrado hace unos días en la Ciudad de la Justicia que había ingerido «tres o cuatro cubatas», que venía de una noche de fiesta y habló de «despiste». Reconoció que cometió «una imprudencia» y aceptó su «culpabilidad». También pidió perdón a la familia de la fallecida el padre del condenado, propietario del vehículo que conducía Javier A.V. el día de los hechos.

Por su parte, una testigo del accidente explicó cómo sucedió todo. «Fue todo muy rápido. Vi que un conductor cambiaba de carril y golpeaba al coche que iba delante de mí. Bajé para atender a los heridos. Pensé que el conductor estaba muerto. En el otro coche había una chica con la mirada perdida y en el asiento de atrás estaba una niña. La saqué porque no quería que viera lo que iba a pasar...», contó al juez.

La vista se celebró entre fuertes medidas de seguridad, con media docena de agentes de la Guardia Civil en la sala, para evitar posibles altercados ante la gravedad de lo ocurrido a la víctima.

LA DECISIÓN DEL JUEZ

El juez ha valorado, a la hora de imponer la pena, que Javier A.V. «carece de antecedentes, es joven y su grave negligencia también le ha pasado factura, por lo que se hace innecesario imponer la pena máxima». Además de las lesiones que llevaron al conductor al hospital, la sentencia destaca que «siempre pesará en su conciencia haber quitado la vida a una mujer joven con dos hijos pequeños».