Los dos hermanos de Vila-real, de diez meses y dos años y medio, que dieron positivo en cocaína continúan con sus padres, pese a que estos fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional y están acusados de un delito contra la salud pública y otro de abandono de familia. Los análisis médicos de los pequeños evidenciaron que ambos habían ingerido la droga durante meses, como avanzó Mediterráneo, y la principal hipótesis es que los padres, presuntamente, se la dieron.

Sin embargo, los pequeños no se encuentran en ningún centro de menores, como ha confirmado la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas, y siguen viviendo con sus progenitores, recientemente detenidos por este asunto y tras un proceso judicial lento, de más de ocho meses.

Cuando el Hospital la Plana detectó la sustancia en el organismo del bebé de 10 meses en diciembre del 2016, los pequeños fueron trasladados al centro de acogida Penyeta Roja durante unos 45 días, iniciándose un procedimiento de protección de la Generalitat. Pasado ese tiempo, se devolvió a los menores con sus padres.

LARGO PROCESO JUDICIAL / Una larga investigación siguió su curso, descubriéndose que una segunda hija de la pareja, de dos años y medio, también había ingerido cocaína. A pesar de la gravedad de todos estos hechos, el arresto de la pareja no llega hasta ahora, ocho meses después de detectarse el primer positivo en los menores y cuando estos ya vuelven a residir con los detenidos.

Tras pasar a disposición judicial, el juzgado acordó la libertad con cargos y sin medidas cautelares del hombre y la mujer, como publicara ayer este periódico, «al no existir ningún riesgo para los menores, que están desde ocho meses antes bajo la protección de la Generalitat», aseguró ayer el Tribunal Superior de Justicia. Esa protección consiste, sin embargo, en el seguimiento que hacen el Ayuntamiento y la Conselleria, mediante entrevistas y pruebas, pero sin asumir su tutela.

Los hechos se destaparon cuando la madre de los niños acudió al Hospital la Plana, tras una supuesta caída durante una fiesta. Tanto ella, como el bebé (lactante entonces), dieron positivo por cocaína. Ella alegó que el niño podría haber «chupado» la sustancia de encima de las mesas.

Los sanitarios revelaron los hechos a la autoridad judicial, que pidió una prueba de tóxicos para la niña. A la menor se le realizó una análisis de cabello, que reveló que también había consumido la droga durante meses.