Dos estudiantes doble grado de Administración de Empresas e Ingeniería en Tecnologías y Servicios de Telecomunicación de la Universidad Politécnica de Valencia han aceptado la condena de 21 meses y un día por cambiar las notas del sistema informático del centro universitario.

Los acusados han aceptado los delitos y se han mostrado conformes con la condena, ya que han reducido las penas de prisión de tres años que pedía el fiscal a 21 meses. Los alumnos no entrarán en la cárcel, dado que ninguno de ellos tenía antecedentes, siempre y cuando no cometan ningún delito en los próximos dos años. Asimismo, ambos han conseguido que se les rebajase las multas a 1.620 euros, inicialmente eran de 3.600 y 3.000 euros, que pagarán de manera fraccionada.

Según la acusación que ha ejercido el Ministerio Público y la UPV a través de la Abogacía del Estado, los estudiantes accedieron a la red informática de la UPV entre el 2 de abril de 2017 y el 31 de enero de 2018. Estos utilizaban un sistema llamado “keylogger” (un método que memoriza las pulsaciones que se realizan en un teclado) y accedían a los ordenadores que utilizaban los profesores tras obtener las claves y los nombres de usuario.

Los accesos al sistema se realizaron desde las mismas conexiones inalámbricas de la universidad a través de los ordenadores portátiles de los alumnos, que usaron la red TOR (El Ruter Cebolla, por sus siglas en inglés) que oculta las direcciones IP de los usuarios y supuestamente mantiene el secreto de los contenidos que se mueven a través de ella.

El primero de los condenados, utilizó este sistema para mejorar las notas de seis asignaturas en diez ocasiones, mientras que el segundo de ellos lo usó dos veces para dos incrementar la calificación en dos materias.

La universidad, tras tener conocimiento de los hechos, abrió un expediente administrativo a los alumnos por “falta muy grave” que concluyó en una propuesta de sanción, , y que fue remitido al juzgado instructor.

Durante la tramitación de este proceso sancionador, los estudiantes fueron suspendidos de su condición de alumno por parte de la UPV. Esta medida cautelar se levantó en cuanto se inició la instrucción de la causa penal y el juez rechazó la petición de los servicios jurídicos de la universidad para que se ordenase de nuevo dicha suspensión.

Tras esta sentencia, el procedimiento abierto por la universidad seguirá adelante y, probablemente, los alumnos serán expulsados de manera definitiva y sus expedientes, anulados.