Tarde negra ayer en las playas de la provincia de Alicante, donde dos hombres perdieron la vida mientras se bañaban en Guardamar del Segura y en Santa Pola.

El caso más mediático fue el hallazgo del cuerpo sin vida de un turista portugués, de 39 años, que había desaparecido sobre la una de la tarde. Fue su hija la que alertó con una llamada de que había perdido de vista a su padre, cuando los dos estaban en el agua en la playa de les Ortigues, en una zona aledaña a la salida al mar del acequión de la Mata, pero ya en el término de Guardamar.

Guardia Civil, Policía Local y Salvamento Marítimo se movilizaron de inmediato para localizar al hombre. En la búsqueda también participó un helicóptero en coordinación con el servicio de salvamento de Cruz Roja y varias motos acuáticas.

«NO SABÍA NADAR» // Tras varias horas de búsqueda, los efectivos encontraron su cadáver sobre las 16.30 horas, después de que apareciera flotando a escasos metros de la orilla. «Según la hija, su padre no hizo pie, se puso nervioso porque no sabía nadar y se le escurrió entre las manos», explicó un coordinador de Playas de Cruz Roja en relación a la víctima, que veraneaba en Torrevieja.

Este óbito eleva a 40 la cifra de muertes por ahogamiento en la Comunitat en lo que va de año, siete de ellos en Castellón, tal como recordaba ayer Mediterráneo.

Mientras, en Santa Pola, un hombre de unos 70 años perdió la vida ayer por la tarde tras sufrir un infarto mientras se encontraba en la playa de El Tamarit. El varón se sintió indispuesto y, pese a los esfuerzos del personal sanitario y los socorristas de Cruz Roja, que prestan el servicio de salvamento en el litoral de la localidad alicantina, no pudieron hacer nada por salvarle.