El terrible crimen de Miguel Navarro (Maikel), de 24 años, ya tiene sentencia. Los menores que participaron en su asesinato irán a un reformatorio durante ocho y cinco años, según el fallo al que ha tenido acceso Mediterráneo.

El procesado que ya ha alcanzado los 18 años --aunque tenía 17 en el momento de los hechos--, A.S.M., cumplirá la pena más alta de internamiento cerrado. A su salida, estará bajo libertad vigilada otros cinco más. Además, en función de su evolución durante la ejecución de la sentencia se valorará si debe cumplir parte de la condena ya en prisión.

El otro sentenciado, que ahora cuenta con 15 años --tenía 14 entonces-- irá al reformatorio cinco años y tendrá otros tres de libertad vigilada. Un tercer implicado en el crimen, de 20 años, se encuentra todavía pendiente de fecha para celebrar su juicio.

INDEMNIZACIONES / Los ya condenados, a través de sus padres y dos compañías aseguradoras como responsables civiles, deberán indemnizar a los familiares de la víctima, que fue asesinada a hachazos, con 620.000 euros.

La mujer de Maikel recibirá 120.000 euros y cada uno de sus dos hijos, otros 130.000.

La jueza de Menores estima que a los padres del fallecido les corresponden 70.000 euros a cada uno, mientras que los cinco hermanos del finado recibirán 20.000 euros por la muerte.

El juicio por estos hechos se celebró a puerta cerrada los días 7, 8 y 11 de este mes en la Ciudad de la Justicia de Castellón.

Allegados de la víctima se concentraron a las puertas de la sede judicial, con pancartas que pedían justicia y mostraban el rostro de Miguel Navarro.

El forense confirmó durante la celebración del juicio que Maikel --como le llamaban cariñosamente sus allegados-- recibió entre 10 y 12 hachazos en la cara y en la cabeza. Su cuerpo sin vida fue atado con una cuerda y el cadáver, plegado en posición fetal.

En el momento de practicar la autopsia, el forense apreció que la ropa de la víctima desprendía un fuerte olor a gasolina. Un hecho que llevó a los investigadores a valorar que sus asesinos pensaron, incluso, en prenderle fuego. Finalmente, desecharon esa idea y acabaron enterrando el cuerpo en un huerto de naranjos que está anexo a la casa del Camí d’en Riera de Castellón donde fue asesinado Miguel Navarro.

Los dos procesados se inculparon el uno al otro durante el interrogatorio del fiscal jefe, José Luis Cuesta, en el juicio oral. Cayenron, además, en ciertos momentos en contradicciones, como ya informó este periódico, aunque acabaron por confesar.

La condena se ajusta bastante a la petición que realizaba la Fiscalía (ocho años para A.S.M. y seis para el menor de 15 años). La acusación particular lo elevaba a 10 para el ya mayor de edad y seis para el más pequeño.