Los más de treinta incendios que asolan Galicia se cobraron ayer al menos dos víctimas mortales. Dos personas fallecieron en una furgoneta que fue pasto de las llamas a última hora de la tarde en Nigrán, Pontevedra, confirmaron a Efe fuentes municipales. El suceso se produjo en la carretera que une las parroquias de Camos y Chandebrito, como indicó la teniente de alcalde de Nigrán, Raquel Giráldez, quien detalló que sobre las 21.00 horas tuvieron conocimiento de que podría haber alguien atrapado en las llamas.

Giráldez explicó que la mayoría de desalojados de sus viviendas por la cercanía del fuego estaban siendo reubicados en casas de familiares, aunque los hoteles de la zona ofrecieron a los afectados habitaciones gratis.

EL TERRITORIO, EN LLAMAS

El fuego que se cobró dos vidas en Nigrán es uno de los treinta incendios forestales que quemaban ayer Galicia, de los que diecisiete permanecían activos al cierre de esta edición, con una situación de riesgo real para la población en once puntos repartidos entre las provincias de Lugo, Ourense y Pontevedra.

En el caso de Vigo, con las llamas acercándose a la ciudad, la fábrica de PSA fue desalojada y se canceló su actividad en el turno de noche por precaución, al igual que hicieron otras factorías del mismo entorno. También fue desalojado por la tarde el Parador de Baiona, otro municipio del sur de la provincia de Pontevedra afectado por la ola de incendios forestales que padece Galicia .

Unos 350 brigadas, 220 motobombas, cuarenta palas y una veintena de medios aéreos de la Xunta y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente trabajaron desde primera hora en la comunidad gallega para combatir los incendios que arrasaron más de 4.000 hectáreas en 146 nuevos focos desde el viernes. La Unidad Militar de Emergencias (UME), tras el decreto de situación operativa uno en Galicia por parte del Ministerio del Interior, desplegó tres centenares de militares en el territorio y continuaba de madrugada hasta el medio millar.

EN LAS CUATRO PROVINCIAS

Los focos activos todavía por la noche estaban repartidos por las cuatro provincias, mientras que había otros tres estabilizados y diez más controlados tras la extinción de cuatro. Entre los activos había anoche once en situación dos, de riesgo real para los núcleos poblados, lo que aumenta el peligro en estas áreas.