La cuidadora de la guardería pública del Grao Manuela M.M., acusada de malos tratos habituales a varios de sus alumnos de dos años y de un delito contra la integridad moral, admitió ayer, durante la primera jornada del juicio, que “fue a pegar” a la niña que aparece en el vídeo que una vecina le grabó. “Gracias a Dios ella se apartó y no llegué a tocarla”, explicó la educadora, a quien una mujer captó con su teléfono móvil desde la galería de su casa, y quien justificó dicho episodio diciendo que sufrió un “ataque de pánico” al quedarse encerrada en el patio y sin poder volver a clase.

La acusada negó haber zarandeado, dado cachetes ni tratado con brusquedad a los menores, unos hechos de los que la acusan las madres y la Fiscalía, que piden para ella tres años y medio de cárcel. Durante la sesión declararon también las dos madres denunciantes y la persona que, desde su casa, grabó un vídeo en el que, supuestamente, la cuidadora habría abofeteado a la niña, y que dio lugar al inicio de la causa.

La acusada, dijo no haber tenido queja alguna de los padres en sus 27 años de carrera profesional y relató que el día en que se grabaron las imágenes ella vivió una situación de gran tensión, que la llevó a “levantar la voz” e “ir a darle” a una alumna, que se apartó instintivamente.

La vecina que grabó el vídeo explicó que lo hizo porque había visto un comportamiento “no correcto” hacia los menores a su cargo. “Vi muchas cosas en ese curso, como bofetaditas, tirones de brazo, cachetes...”, explicó a la magistrada la principal testigo.

IMPERATIVA Y BRUSCA // La que era entonces la directora del centro también compareció en calidad de testigo. Tras haber visionado el vídeo dijo “no apreciar ademán de pegar un bofetón, sino de gestos con las manos”.

Definió a la extrabajadora del centro como una mujer con “carácter imperativo y brusco, pero sin llegar a ningún tipo de violencia”, según describió.

Por su parte, la maestra que entonces trabajaba en la clase contigua relató que fue ella quien le abrió la puerta cuando se quedó encerrada en el patio y que nunca vio en la procesada una “conducta reprobable”. En ese mismo sentido, otras compañeras de trabajo y padres de antiguos alumnos describieron a la acusada como una persona “cariñosa” y “afectiva” con los niños. El juicio se reanudará mañana con los informes de forenses y psicólogos. H