Marcos Fontanet, de 48 años, que el pasado viernes fue víctima de una brutal paliza en Benicarló, continúa hospitalizado en la UCI del Hospital General de Castellón, donde está estabilizado y se le ha practicado un coma inducido. El herido compartía domicilio, en la avenida Yecla, 34, de Benicarló, con J.C.M., de 46 años, el único detenido, aunque no se descartan otros más.

Los hechos se iniciaron el viernes por la mañana, cuando una vecina de la misma calle halló al agredido, con un fuerte golpe en la cabeza, recostado sobre el capó de un coche estacionado frente al lugar donde vivía. La mujer fue la primera en prestarle auxilio y alertó de lo sucedido en la recepción de la residencia juvenil Cristo del Mar, próxima al lugar de los hechos, para que llamasen al 112.

A la llamada acudió una ambulancia, que trasladó al herido al Hospital Comarcal de Vinaròs, donde fue atendido de una fractura en el cráneo y otra en el torso. Tras el reconocimiento, se observó que también presentaba diversas heridas por arma blanca, y la gravedad de las lesiones determinó que fuera posteriormente derivado a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General.

Vecinos del lugar comentaron que en el domicilio, al principio, solo vivía el detenido, pero que, desde hacía unos meses, compartía el inmueble con el agredido. Además, añadieron que el domicilio era frecuentado por otras personas “de apariencia descuidada” e insinuaron que pudiera consumir drogas. Aun así, indicaron que el detenido “no daba problemas, estaba tranquilo y de vez en cuando se le veía que accedía a la azotea del local para limpiar o dar de comer a los perros y gatos que tiene allí”.

SABÍA ARTES MARCIALES // Otro vecino comenta que, aunque desconocía qué podía haber sucedido, ponía en duda que el detenido fuera el agresor. “Si bien Marcos estaba físicamente deteriorado, había trabajado en la seguridad de algunos locales hace años y practicaba artes marciales. No podía pegarle cualquiera”, apuntó.

Tanto el detenido como el herido tienen un amplio historial delictivo, marcado por los robos y, al parecer, asociados a su presunta dependencia de las drogas. Ambos habían pasado temporadas en la cárcel, aunque también se habían rehabilitado. H