Sonriente y con reiterados saludos y miradas hacia los medios, Jaime Giménez Arbe, El Solitario, se sentó ayer jueves en el banquillo de la Audiencia Provincial por tercera vez, acusado del atraco a una sucursal bancaria de la Vall d’Uixó en el año 2000, que acabó con la vida de un agente de la Policía Local. En la última sesión del juicio, el fiscal del caso elevó hasta los 33 años y 5 meses la pena de prisión para El Solitario, a quien le atribuye un delito de robo con violencia y otros tres por homicidio en grado de tentativa, con la agravante de actuar disfrazado, y de atentado contra la autoridad.

Según las conclusiones detalladas por la Fiscalía, “el acusado ha admitido, en gran medida, los hechos”, unos acontecimientos que “han sido corroborados por los empleados del banco”. Ante esto, El Solitario pidió expresar su último alegato, en el que manifestó que había herido a los policías “en legítima defensa” y que su intención no fue atentar contra ellos sino huir. “Es la verdad absoluta”. Sin embargo, el fiscal sostiene que fue el acusado quien disparó primero y lo hizo “a una distancia significativa”, por lo que “hubo riesgo de alcanzar a las víctimas en una zona vital”.

DISPAROS // Por su parte, la defensa ha requerido la valoración de los informes de balística en los que se recoge que los policías locales de la Vall realizaron 63 disparos y el procesado 21, una cifra que no concuerda con lo que los agentes declararon en el juicio, donde afirmaron haber realizado casi 100 disparos. Además, ha aludido a las continuas contradicciones de lo relatado por los agentes que presenciaron el robo. Con todo, el letrado ha pedido la libre absolución al considerarle responsable de dos delitos de lesiones y uno de atraco que ya han prescrito, aludiendo a dilaciones en el proceso, que sufrió varias paralizaciones, entre el 2002 y el 2007, y el 2010 y el 2012.

“Yo no soy un asesino”, manifestó el acusado, quien expresó que “la libertad y la vida son los máximos valores que tiene una persona”. El caso ha quedado, después de 16 años y tres sesiones de juicio, visto para sentencia. H