La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 40 años y una amiga suya, de 27 años, vecinos de Benicarló, por apoderarse, presuntamente, de 15.000 euros en joyas en la casa donde había sido contratado para realizar unas tareas de limpieza en un trastero.

Los arrestados ya ha pasado a disposición judicial después de que la Benemérita descubriera que él se había apoderado de las piezas de oro y que pretendía venderlas con la ayuda de una amiga, la otra detenida, con la que pretendía repartirse, presuntamente, los beneficios. La Guardia Civil les atribuye los delitos de hurto y receptación.

Los hechos ocurrieron a mediados de julio cuando los guardias civiles tuvieron conocimiento que un vecino había contratado a una persona para que limpiara un trastero situado en la población de Benicarló. Cuando el empleado se dispuso a realizar la tarea que le había sido encomendada y dada la confianza que habían depositado en él, este, presuntamente, aprovechó que tenía acceso a la casa para sustraer, sin levantar sospechas, todas las joyas que la madre de la persona que le había contratado tenia en la vivienda y cuyo valor, según las primeras estimaciones de la Benemérita, sería de unos 15.000 euros, ya que eran pulseras, colgantes, anillos, gemelos, pendientes y relojes de oro.

INVESTIGACIÓN // Iniciada la correspondiente investigación y tras numerosas gestiones, los guardias civiles lograron encontrar el paradero de casi todas las joyas sustraídas, así como la identificación y localización del autor del hecho delictivo. Por todo ello, la Guardia Civil procedió, en primer lugar, al hombre.

Continuando con las pesquisas, los agentes lograron averiguar que el detenido. para dificultar las investigaciones policiales, entregó las joyas sustraídas a una amiga, al objeto de poder realizar su venta y repartirse las ganancias entre ambos. La mujer también resultó arrestada.

Las joyas recuperadas han sido entregadas a su legítimo propietario. Los detenidos junto con las diligencias practicadas fueron entregadas en el Juzgado de Instrucción número 5 de Vinaròs.