El empresario Salvador García Ros, acusado de ser uno de los instigadores e inductores del asesinato a tiros del alcalde de Polop Alejandro Ponsoda, el 19 de octubre de 2007, caso que se juzga desde ayer en la Audiencia Provincial de Alicante, aseguró, a preguntas de los medios, que afronta este juicio «con dos cojones».

El acusado, que hizo declaraciones durante el proceso de selección del jurado popular que juzgará el crimen, aseguró que desde hace 20 años no habla con Juan Cano, sucesor de Ponsoda y considerado principal inductor e instigador, a la vez que ha señalado que «le da risa el testigo protegido».

García Ros afirmó que la reunión en el club Mesalina, donde presuntamente se contrató a los sicarios, «nunca existió» y niegó que hubiera tenido algún problema con Ponsoda. Sí reconoce tener «una gran amistad» con el dueño y el gerente del club.

Junto al empresario, están acusados Juan Cano, que no quiso hacer declaraciones y otras cinco personas. El ministerio público solicita para los procesados penas que suman 181 años.

El juicio del caso Polop llega 12 años y tres meses después del fallecimiento de Ponsoda y está previsto que se desarrolle en 13 sesiones, por las que pasarán cerca de un centenar de testigos.

En cuanto al jurado popular que decidirá sobre el caso estará compuesto por nueve miembros (seis hombres y tres mujeres).