Un vecino de Castellfort, E.R.C., de 46 años, se sentó ayer en el banquillo del Juzgado de lo Penal 3 de Castellón, acusado de los delitos contra la integridad moral, violencia de género, amenazas, coacciones y daños, por los que la Fiscalía solicita para él 7 años de prisión. El hombre, que se encuentra en prisión preventiva, está procesado por, presuntamente, acosar a su expareja, amenazarla y ofrecerla como prostituta en anuncios on line. Durante el juicio, él se limitó a negar todos los cargos sistemáticamente.

El fiscal, Francisco Sanahuja, apuntó ayer durante el interrogatorio que a dos de los testigos de la acusación particular les habían pinchado las ruedas de su vehículo. Por su parte, dos efectivos de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial, encargados de este caso, declararon que el procesado había obtenido tres tarjetas telefónicas, desde las que enviaba los mensajes a su ex, a nombre de personas que no existían.

Durante la investigación, los efectivos pudieron relacionarlo con los sms y descubrir que ofrecía sexo con la víctima a cambio de dinero en internet y anunciaba que el coche de la mujer estaba a la venta sin estarlo realmente.

La Guardia Civil detuvo a E.R.C. en octubre del 2015, tras seis meses de intensas investigaciones, e ingresó en prisión por orden del juez. Tras presentar un recurso, abandonó la cárcel bajo fianza, pero volvió el pasado mes de agosto a prisión al producirse un quebrantamiento de la orden de alejamiento de la víctima.

LOS HECHOS // Todo comenzó un año después de que la pareja hubiese dejado la relación, que duró unos ocho años. La mujer comenzó a recibir mensajes ofensivos en su teléfono móvil, en los que la llamaban “puta” y “cerda”. Cuando la recepción comenzó a ser diaria, decidió denunciar en el cuartel de la Guardia Civil.

Pero no solo eso. La afectada cogía en su teléfono llamadas de desconocidos en las que le demandaban servicios sexuales. Además, aparecieron pintadas ofensivas hacia ella en muros cercanos a su casa y su puesto de trabajo, en las que se podía leer su teléfono.

En el marco de la operación Muro, los efectivos identificaron al exnovio de la víctima, que se convirtió en el principal sospechoso (hoy acusado). El caso ha quedado visto para sentencia. H