Un robo en una granja de Torreblanca acabó en enero del 2014 con una persecución de película y un hombre debatiéndose entre la vida y la muerte. La víctima quiso evitar la huida del ladrón y fue atropellado por el caco.

Los hechos se juzgan ahora en la Audiencia Provincial de Castellón, que acogerá el juicio el próximo día 23. El acusado, que responde a las iniciales F.R.E. y es vecino del Grao de Castellón, se enfrenta a una pena de ocho años y nueve meses de cárcel por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y otro de robo con fuerza intentado.

Según relata la Fiscalía en su escrito de acusación, el acusado se dirigió hacia una propiedad agrícola del camino La Raya de Torreblanca, junto a un compinche, que no ha podido ser identificado. El acusado manipuló, presuntamente, la puerta de acceso e hizo suyas varias jaulas de conejos que encontró, causando unos desperfectos valorados en 883 euros. El caco fue sorprendido, sin embargo, por una persona que le reprochó su actitud delictiva y le ordenó que dejara las jaulas donde estaban. El ladrón le hizo caso y se marchó a toda velocidad en su vehículo, golpeando el coche del testigo.

El dueño de la propiedad no quería, sin embargo, que el citado delincuente escapara, por lo que comenzó a perseguirle con su turismo, mientras hablaba telefónicamente con el agricultor Guillermo Martín, de 36 años, que se encontraba a escasos metros de la granja y comenzó a colocar bloques de homigón en el camino por el que el ladrón debía pasar para lograr una barrera y evitar que se diera a la fuga.

El procesado, cuando llegó a dicha altura, actuó, según el fiscal, con la finalidad de acabar con la vida de Guillermo Martín y, por ello, lo arrolló con el vehículo, lanzándolo a varios metros.

GRAVES HERIDAS / La víctima sufrió heridas muy graves, tales como un traumatismo craneoencefálico severo, un neumotórax grave, fractura de clavícula y traumatismo de columna vertebral, rotura de ligamento cruzado de rodilla y de tendón en el cruádriceps, entre otras lesiones. Unas heridas que hubieran podido provocarle la muerte y por las que estuvo un mes en el Hospital General de Castellón.

La Guardia Civil logró encontrar, posteriormente, un Citroën Xantia, abandonado en un huerto de naranjos y con la luna delantera totalmente fracturada. El acusado fue identificado e ingresó en prisión provisional.