La Guardia Civil esclarece el robo en 2019 de cinco perros de raza American Staffordshire Terrier mediante el cotejo de muestras de ADN a los padres de los canes y a uno de los cachorros que finalmente fue localizado medio año después porque había sido introducido en el mercado negro. Este procedimiento de investigación con animales ha sido pionero en la provincia.

Los hechos ocurrieron en diciembre de 2019 cuando la Guardia Civil recibió una denuncia de un hombre que manifestaba que le habían robado una camada de cinco American Staffordshire, una raza considerada como potencialmente peligrosa y cuyo valor en el mercado oscila entre los 400 y los 600 euros por cachorro. Los animales fueron seperados de la madre cuando sólo tenían 20 días de vida, por lo que se podría haber puesto en peligro a los canes.

Los agentes del Equipo ROCA de la Guardia Civil de Ibi se hicieron cargo de la investigación, que se presentaba difícil por no haber datos sobre la posible autoría de los hechos o sobre el paradero de los animales. Como el robo fue en temporada navideña, los agentes iniciaron una investigación porque estos cachorros posiblemente podían haber sido ofertados en el mercado negro como regalo de Navidad, por ello alertaron al Colegio de Veterinarios de Alicante, para que, en caso de que algún cliente les llevara un animal de características similares a los sustraídos, a alguna de las clínicas de la zona, que ésta informara inmediatamente y les hicieran llegar también varias fotografías de la camada.

Fruto de esa gestión, a finales de enero de 2020, un centro veterinario de Alcoy alertó de que un cliente se había personado con una perrita que, atendiendo a su corta edad, raza y morfología, podría ser una de las cinco sustraídas.Se averiguó después que efectivamente esa persona le compró la perrita a un joven, que le aseguró que el animal era de él y por el cual le pagó 200 euros.

Le mostraron la perra al dueño y como ya había crecido no podía asegurar que se tratase de uno de los animales sustraídos. Cuando parecía que la investigación había llegado a un callejón sin salida, los agentes de Ibi plantearon una idea que, hasta entonces, no se había llevado a cabo en la provincia de Alicante, según aseguran, y tomaron muestras de saliva, tanto de la perra localizada como de los padres de la camada y las enviaron al Departamento de Medio Ambiente del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, en Madrid, para que especialistas de dicho departamento, altamente cualificados, realizasen un informe pericial de cotejo de muestras de ADN, con el objeto de obtener un perfil genético de dichas muestras y determinar el posible parentesco entre las mismas.

Este pasado mes de junio, los agentes investigadores recibieron el resultado de dicho informe genético, el cual determinó la compatibilidad genealógica entre las diferentes muestras analizadas y confirmaba, por tanto, que la perrita localizada en Alcoy efectivamente era uno de los cinco cachorros de la camada, sustraída en Banyeres. Por todo ello, la Guardia Civil ha procedido a la detención del vendedor de la cachorro sustraída, por ser el presunto autor de un delito de robo con fuerza en las cosas y un delito de estafa, al haber vendido la perra como si fuese de su propiedad cuando, realmente, había sido sustraída a un tercero.

El detenido es un español de 27 años, vecino de Cocentaina, que ya ha sido puesto a disposición de la autoridad judicial, quien ha decretado su libertad con cargos, a la espera de juicio. La investigación continúa abierta para esclarecer el paradero de los cuatro cachorros restantes.