Un hombre y una mujer de nacionalidad belga fueron hallados muertos en su finca de Escorca, en el centro de la Sierra de Tramuntana de Mallorca, después de resultar intoxicados por inhalación de monóxido de carbono a causa de la combustión deficiente de una estufa, según los primeros indicios. Los cuerpos sin vida de la pareja estaban en la cama y no presentaban ningún signo de violencia, por lo que todo apunta a un fallecimiento accidental.