«Mentí a la Guardia Civil porque él me lo pidió y yo no pensaba que fuera capaz de hacer eso». Rosario Rodríguez, la exmujer de El Chicle, marcó ayer distancias con el asesino de Diana Quer nada más sentarse en la sala de vistas para declarar como testigo por el asesinato y la violación de la joven el 22 de agosto del 2016 dejando claro su actual estado civil: «Estoy divorciada totalmente».

La mujer, que cuando la Guardia Civil comenzó a sospechar de José Enrique Abuín le dio una coartada diciendo que la noche en que desapareció Diana estaban juntos, aseguró: «Cuando empezaron a investigarnos, le pregunté muchas veces: ‘Enrique, ¿no tendrás nada que ver?’. Y él siempre me decía que no». En el mismo sentido declararon la hermana de Rosario y su marido, que vivían con ellos.

Abuín, que acudió a la segunda sesión del juicio con la misma ropa del primer día, escuchó sin embargo las declaraciones de su exmujer, sus cuñados y tres mujeres que lo denunciaron por abordarlas con una actitud muy distinta a la de la primera sesión: negando con la cabeza, haciendo aspavientos y escribiendo mensajes en un papel para que los leyera luego su abogada.

También declaró un amigo suyo: «Era muy pesado con las chicas. Íbamos a las puertas de los institutos para abordar a chicas jóvenes. Él pasaba con su Alfa Romeo y le gritaba a alguna: ‘¡Morena, guapa, tía buena!’».